El pasado 29 de abril, la aviación militar israelí libró un ataque sobre Rafah, la ciudad más importante del sur de Gaza. La ofensiva se produjo cerca de un campamento improvisado, horas antes de que Egipto recibiera a dirigentes de Hamás para debatir un posible acuerdo de alto el fuego con Israel.
El asalto dejó un saldo de 18 muertos, en su mayoría niños según fuentes médicas vinculadas al grupo islamista. La ciudad de Rafah es considerada por el Estado israelí como el último bastión de Hamás en la región, al refugiar a más de un millón de personas de meses de bombardeos previos.
Los gobiernos extranjeros y las Naciones Unidas han expresado su preocupación ante la posibilidad de que esta acción provoque un desastre humanitario, dado el número de desplazados que se hacinan en la zona. Desde el ataque de Hamás contra Israel en octubre de 2023, el conflicto suma un aproximado de 35.000 muertos según los datos brindados por ambos ejércitos.
LA NACION
Conforme a los criterios de
Conocé The Trust Project