El sector automotriz, representado por la Asociación de Fabricantes de Autos (ADEFA) también sacó un documento criticando puntos del RIGI. En paralelo, la Cámara de Industrias Electrónicas y Electromecánicas (CADIEEL) se sumó y puso el grito en el cielo por el impacto que tendrá en la producción local la libre capacidad para importar entregada a todas aquellas empresas que entren al régimen de inversiones RIGI.
En el caso del reclamo de los autos, el punto A precisa que «el requisito «de que se trate de una VPU (Sociedad nueva independiente), para poder aplicar resulta innecesario, muy complejo desde el punto de vista jurídico, tributario, financiero, contable y en términos de autorizaciones para las terminales locales, como empresas multinacionales ya conformadas e instaladas en el país, iniciar una sociedad nueva desde cero para aplicar la inversión al régimen RIGI». Destacan que «una alternativa sería asimilar el requisito al ejemplo del Régimen de Tierra del Fuego (misma sociedad y balance, pero con contabilidad separada)».
El punto B afirma que «el monto mínimo de inversión demasiado elevado (USD 200M) estaría excluyendo, dada su magnitud, a gran parte de las inversiones que realiza el sector automotor en Argentina, ya sea terminales como autopartistas. Si bien las terminales automotrices tienen inversiones en nuevos modelos o plataformas que podrían ser compatibles con los usd 200 millones, hay otras inversiones como por ejemplo restylings, desarrollo de proveedores o desarrollo de redes comerciales que implican montos muy inferiores». Inclusive -agregan- «una adaptación de plataforma existente para la fabricación del mismo vehículo en su versión híbrida requeriría en la mayoría de los casos montos menores».
Asimismo, refiere ADEFA a la Estabilidad jurídica (prórrogas de normativa vigente, ej: Impuesto Pais). «Es de preocupación este punto dado que el hecho que se puedan prorrogar medidas como las tomadas/implementadas en el último año por ejemplo como ser el Impuesto Pais y la RG 5339 que impactan muy negativamente en la competitividad productiva y exportadora del sector industrial».
Las electrónicas dicen «no»
La Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) rechazó del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) en la ley bases y dejó sentado el aspecto perjudicial de darles grandes beneficios a empresas extranjeras que invierten más de u$s200 millones en el país.
Entre otros puntos, pidieron «desestimar la importación de bienes de capitales usados y el flujo de ingreso de bienes, insumos, partes y piezas con beneficios durante los 30 años que establece el régimen». A la vez que reclamaron «establecer un piso mínimo y metas progresivas de integración local de los bienes y servicios importados, incluyendo a su vez el desarrollo local de actividades de Investigación y Desarrollo (I+D) para el cumplimiento».
Por otra parte, la entidad comandada por José Tamborenea aclaró que «esto va de la mano con que en un país donde se importa sin impulsar la industria nacional a partir del desarrollo de maquinarías y tecnologías que le permitan competir con los insumos importados, se dificulta el crecimiento de la industria nacional y, en consecuencia, de los habitantes que se pueden ver beneficiados con el ciclo productivo económico que generan».
Por medio de un comunicado, Cadieel aseguró que «es importante fomentar la apertura de los mercados, no sólo para la empresa exportadora sino también para la importadora, pero esto sólo puede darse equiparando las condiciones de juego. El gran importador se ve beneficiado y el productor argentino pierde competitividad, generándose la baja del consumo interno, pérdidas en el poder adquisitivo, y desempleo, sin contrapartida en recaudación».