El déficit de la balanza comercial con Brasil es un botón de muestra de la dinámica de la macroeconómica en los últimos doce meses. Entre enero y agosto del año pasado, el resultado comercial en las operaciones con el país vecino registraba un superávit de 126 millones de dólares, mientras que en los últimos ocho meses, el saldo anotó un déficit de 4.120 millones de dólares.
El notable deterioro de los valores del comercio exterior de la Argentina respecto de Brasil se explica por la conjunción de varios factores. En primer lugar, el proceso de apreciación cambiaria, que abarató notablemente las importaciones en general. Esto se combinó con una apertura de las importaciones que generó un boom de las compras al exterior.
Adicionalmente, la reaparición del crédito en un cuadro de inflación más contenida, fue influyente en sectores como el de los automóviles. En último lugar, una recuperación económica, aunque tenue y cada vez más en discusión, respecto del año pasado, afectado por la megadevaluación del inicio del mandato de Milei.
Según datos oficiales del Ministerio de Economía de Brasil, en agosto el intercambio bilateral arrojó un déficit para Argentina de 614 millones de dólares, el segundo peor dato del año. Vale recordar que en el mismo mes de 2024 el resultado negativo fue de apenas 14 millones de dólares.
Desde la consultora Abeceb, indicaron que «no esperamos una reversión de la dinámica deficitaria del saldo comercial argentino con Brasil en los próximos meses, que totalizaría entre 6.000 millones y 6.500 millones de dólares en 2025«.
En detalle
En agosto, las importaciones argentinas desde el país limítrofe crecieron 38,9% interanual. En el acumulado del año, saltaron 49,5% respecto a igual tramo de 2024, lo cual lo pone como el período de ocho meses con mayor crecimiento en 15 años, excluyendo la post-pandemia. Por su parte, las exportaciones argentinas hacia la principal economía de la región bajaron 11,8% interanual en agosto y 1,6% en el acumulado de 2025.
De cara a los próximos meses, el encarecimiento del dólar en la economía local, que no se sabe hasta dónde llegará dada la actual incertidumbre cambiaria, junto a una posible profundización de la recesión por el deterioro de los ingresos, podría moderar la dinámica negativa de la balanza comercial bilateral.
Los vehículos
La dinámica de la industria automotriz, que representa la mayor parte del comercio entre ambos países, fue clave a la hora de explicar el deterioro de la balanza. En este rubro, las importaciones pegaron un salto anual del 70% en agosto, mientras que las exportaciones del principal producto que vende Argentina, los vehículos para el transporte de mercancías, cayeron más de 24%.
De acuerdo a los últimos datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), el número de vehículos patentados en el mercado local durante agosto de 2025 ascendió a 54.664 unidades, lo que representa un crecimiento del 31,7% interanual, ya que en agosto de 2024 se habían registrado 41.507 unidades. En los ocho meses acumulados se patentaron 444.041 unidades, esto es un 65,6% más que en el mismo período de 2024, en el que se habían registrado 268.078 vehículos.
Sin embargo, la composición interna de esas ventas revelan la dinámica heterogénea de las importaciones respecto de la industria nacional. En este punto, el informe de Adefa, que agrupa a las automotrices instaladas en el país registra que en lo que va del año las ventas a los concesionarios sumaron 400.953 unidades, de las cuales las unidades importadas llegaron a 252.020, es decir, el 62,8% del total. En 2024, el peso de las importadas a esta altura del año era del 48,4%.