En el ciclo La Pe Club Social (emitido por América TV), la abogada Mariana Gallego dejó una sentencia fuerte: las niñas bloquearon a todos, incluyendo al Ministerio Público Tutelar. Según su relato, Mauro Icardi no puede hablar ni con sus hijas porque ellas habrían bloqueado completamente cualquier intento de contacto.
Gallego explicó que incluso bloquearon a las personas designadas por el ministerio tutelar, es decir, los veedores encargados de garantizar que los encuentros padre‑hijas se concreten bajo supervisión legal. Es así que Wanda Nara en un acto de venganza mostró a sus hijas y le pegó a donde más le duele a Mauro.
“No lo pueden hacer solas, y si lo hacen sin un adulto responsable, es muy mal, porque la figura del adulto es quien tiene a cargo el cuidado personal y debe supervisar el contacto”, advirtió la abogada, dando a entender que las niñas están siendo manipuladas.
Lo que se presume como una disputa familiar también se enmarca en un conflicto judicial muy serio: el Ministerio Público Tutelar había dispuesto videollamadas y reuniones supervisadas, pero todo habría sido puesto en pausa a raíz de los bloqueos decididos por las menores o su entorno.
Gallego resaltó que estas medidas afectan directamente el derecho del padre a relacionarse con sus hijas, y también el bienestar emocional de las niñas, ya que se interrumpe un proceso que debería estar monitoreado, incluso si ellas manifestaran voluntad de contacto.
“Estas niñas no lo pueden hacer solas… necesita haber un adulto a cargo”, insistió. La trama se complica aún más si se tienen en cuenta los pedidos judiciales pendientes: Mariana contó que Mauro aún no firmó ni autorizó la terapia psicológica para sus hijas, lo cual genera un nuevo conflicto legal y emocional
Lo que sí está claro es que este bloqueo involucra no solo a Icardi, sino también a las figuras tutelarias asignadas para preservar los derechos de las niñas. Y si las menores decidieron cortar el puente legal de contacto, el mensaje que está dando es contundente: quieren distancia, y no solo del padre.
El caso avanza en tribunales y en medios, con intervenciones legales, reclamos de terapia psicológica y ahora este nuevo capítulo que podría redefinir las reglas del juego familiar y judicial. ¿Podrá el sistema tutelar forzar la revinculación? ¿O este bloque legal persistirá?
Sea como sea, lo que comenzó como un conflicto privado ya se transformó en un caso de interés público, donde el silencio y el bloqueo de las nenas ahora son el centro del escándalo.