Ahora con tu sueldo podés comprar un departamento de más metros cuadrados

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La suba de los salarios medidos en dólares -una típica consecuencia de los momentos de retraso cambiario- está trayendo un efecto de reactivación en la actividad inmobiliaria, dado que la capacidad de compra de metros cuadrados construidos llegó a su nivel máximo en seis años.

En otras palabras, mientras los salarios subieron medidos en dólares, el costo de la construcción lo hizo a una menor velocidad. Eso implica un abaratamiento relativo del metro cuadrado, que ahora cuesta 3 salarios promedio —para un departamento usado- o 3,5 salarios para las propiedades a estrenar, según la estadística elaborada por la UADE.

Se trata de un abaratamiento importante si se compara con el poder de compra del salario de hace un año, cuando el metro cuadrado usado costaba 5 salarios promedio y el metro nuevo se compraba por 6 salarios. Y ni qué hablar si la comparación se hace contra el peor momento de la serie histórica, registrado en diciembre 2020: en aquel momento -que combinó la recesión de la pandemia con la turbulencia del mercado cambiario- se necesitaban 6,8 salarios promedio para adquirir un metro cuadrado usado y 7,7 salarios promedio para comprar uno a estrenar.

La estadística muestra una relación bastante consistente entre tipo de cambio real y costo de las propiedades: en los momentos de grandes saltos devaluatorios suele encarecerse el acceso a la vivienda, mientras que lo opuesto ocurre cuando se aprecia el peso.

La baja actividad del sector durante el año pasado hizo que los precios se mantuvieran estables en promedio, con algunas bajas fuertes en algunos segmentos del mercado: en comparación con los máximos de 2018, hubo zonas en que los precios cayeron un tercio.

Crece la demanda de propiedades

Esta situación ya se está reflejando en un mayor nivel de ventas: según el relevamiento del Colegio de Escribanos de CABA, el crecimiento interanual fue de 36,1%, totalizando 5.762 operaciones de compraventa.

Es la marca más alta de la última década, dado que supera el número de 2017, cuando el mercado registraba 5.170 ventas. En aquel momento, se vivía el boom del recién inaugurado sistema de préstamos UVA, que en sus mejores meses llegó a mover u$s600 millones en préstamos.

Aunque hoy el monto crediticio está lejos de aquellos máximos, igualmente es notorio el impacto del regreso de la financiación hipotecaria: en junio, un 21% del dinero transado en el mercado inmobiliario fue por la vía del crédito. Hablando en plata, unos u$s146 millones financiados sobre un total de u$s692 millones.

El valor promedio de las operaciones en Buenos Aires es de u$s120.000. Pero el dato que explica el cambio de escenario es que mientras los precios crecieron un 67,9% en términos de pesos, sólo lo hicieron un 32,3% en dólares.

Esto implica que, para un asalariado que haya conseguido mantener sus ingresos alineados con la inflación, hubo un abaratamiento real de 21% en el precio de las propiedades.

De acuerdo con el último dato de variación salarial que publica el Indec -correspondiente a mayo- el salario promedio creció en términos reales un 6% interanual. Frente a una inflación acumulada de 43,5%, los trabajadores del sector privado recibieron incrementos por 52,5%, los del sector estatal un 51,3% y los del segmento no registrado -monotributistas, en su mayor parte- un 167%.

¿Cómo sigue?

Como siempre, el debate en el mercado es si hay margen como para que la tendencia actual continúe o si, ante una mayor demanda, los precios reaccionarán al alza, de manera que el metro cuadrado vuelva a encarecerse en relación con el salario.

El escenario macroeconómico da ciertas seguridades en cuanto a estabilidad, dado que el gobierno se ha fijado el objetivo de mantener contenido al tipo de cambio tras las turbulencias de las últimas semanas. Hay cierto consenso entre los economistas, respecto de que la calma del dólar se mantendría al menos hasta pasadas las elecciones legislativas de octubre.

Y la expectativa generalizada es que la tendencia compradora continúe al alza. Al decir de Gerónimo Odriozola, bróker de Remax Roble, «los precios tocaron piso y la demanda empezó a moverse». La descripción que hace sobre el momento del mercado es de búsqueda de oportunidades por parte de los compradores, que son conscientes sobre el momento favorable de los precios.

«¿Quiénes compran? Principalmente personas con ahorros en dólares, que buscan proteger su capital en ladrillos, acceder a mejores ubicaciones o invertir en propiedades que hoy ofrecen rentabilidades interesantes», observa el experto.

Odriozola agrega que, ante la inflación observada en el costo de la construcción, lo que el mercado observa es una mayor tendencia a comprar departamentos ya terminados -listos para alquilar en el caso de los inversores- por la incertidumbre sobre la continuidad de las obras en marcha.

Pero advierte que el momento favorable no durará mucho tiempo y que los márgenes para negociar se están achicando, una señal de que ya los precios están encontrando su piso previo al rebote.

Precios según los barrios

Actualmente, el precio promedio del metro cuadrado para todos los barrios de la Ciudad de Buenos Aires es de u$s2.377. En los departamentos nuevos el precio fue de u$s2.753, lo que implica un sobreprecio de 21% respecto de los usados, que promediaron u$s 2.272.

El momento de precios más bajos en términos nominales, en dólares, se registró a mediados de 2023, mientras que el pico de la última década se había visto en 2018.

Claro que hay grandes diferencias por zonas. En el relevamiento de la UADE, la zona norte de la ciudad -incluye Belgrano, Núñez, Palermo y Recoleta– u$s3.798 para el metro cuadrado a estrenar y u$s3.240 para el usado.

En el segmento medio, Colegiales cotiza a u$s3.409 el metro cuadrado nuevo y u$s3.073 el usado, mientras que Caballito tiene precios por u$s3.207 y u$s2.435 y Villa Luro u$s2.659 y u$s2.279, respectivamente.

Los precios más bajos en Buenos Aires se encuentran en Constitución, La Boca, Pompeya, Villa Soldati y Villa Lugano, donde es posible ver cotizaciones de u$s1.440 el metro cuadrado nuevo.

Una categoría en sí misma es el barrio de Puerto Madero, que suele seguir variaciones más ligadas al mercado internacional que al local, por el alto porcentaje de inversión extranjera que incide en la zona. Así, el metro a estrenar en el barrio más caro de la ciudad está en u$s5.303, mientras que el usado cotiza a u$s4.895.

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