Bienvenidos a la provincia donde rige un protocolo a favor de los piquetes

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Apenas se sube a la autopista desde Buenos Aires hacia La Plata, un gigantesco cartel atraviesa la traza: “Bienvenidos a la Provincia”. Debería incluir una advertencia: “Bienvenidos a la Provincia, el territorio donde no rige el protocolo antipiquetes y usted puede ser tomado de rehén en el medio de la autopista”. Lo volvieron a comprobar anoche miles y miles de automovilistas que quedaron atrapados en un gigantesco embotellamiento porque un puñado de personas bloqueó las dos manos de circulación justo cuando confluían el inicio de las vacaciones, la salida de la cancha de Boca y el flujo habitualmente intenso de los viernes a la noche. Se reportaron demoras de hasta casi tres horas en el momento crítico del piquete.

La imagen muestra una impresionante cantidad de autos, colectivos y camiones varados. Pero no alcanza a registrar las historias mínimas de angustia e impotencia que se vivieron, una vez más, dentro de muchos de esos vehículos. En uno de ellos, por ejemplo, viajaba un matrimonio que iba al cumpleaños de 15 de su nieta. Cuando llegaron, ya había pasado el vals. Parece insignificante, claro, pero ¿quién repara la ausencia en ese instante inolvidable de la historia familiar? Hubo otros que no llegaron a tiempo a una función de teatro, a despedir a un familiar que se iba de viaje o a la reserva en un restaurante; que se quedaron sin batería en el celular y generaron alarma y preocupación a sus familias. O que, simplemente, llegaron a sus casas o a algún destino turístico mucho más tarde de lo previsto, con el riesgo, incluso, que supone, al cabo de una jornada laboral, agregarle dos o tres horas al trayecto que se tuviera programado.

Un piquete complicó a los automovilistas durante la noche del viernes, en la Autopista Buenos Aires-La Plata

La situación potencia, además, el peligro de la inseguridad: muchas veces, para sortear los piquetes, se deben hacer desvíos por zonas oscuras y desconocidas, en pleno conurbano, guiándose con aplicaciones que suelen conducir a callejones sin salida.

La policía bonaerense tiene orden de no intervenir para desalojar los piquetes. Solo despliegan operativos para ordenar los desvíos de tránsito. La empresa del Estado bonaerense que administra la autopista no considera que el bloqueo de la circulación constituya un delito. Notifica a través de las redes que la circulación se encuentra interrumpida por una “manifestación social”, de manera que se abstiene de denunciar el hecho ante la Justicia y solicitar la intervención de un fiscal.

La provincia rechaza la aplicación del protocolo antipiquetes que estableció el gobierno nacional. En su jurisdicción, esas prácticas gozan de autorización y de respaldo estatal. En las últimas semanas hubo protestas contra la detención de Cristina Kirchner o, como en el caso de anoche, por cortes de luz en barrios ubicados a la vera de la autopista. En cualquier caso, alcanza la decisión de diez o quince personas de quemar neumáticos e improvisar una barricada para bloquear por completo el tránsito en una autovía neurálgica por la que circulan unos 130.000 vehículos por día y que cuesta, entre ida y vuelta, unos 15.000 pesos diarios en peajes.

El cartel que da la «bienvenida» a la provincia

Esta noche se cierran las listas para una elección estrictamente bonaerense que se realizará el 7 de septiembre. ¿Este tema formará parte del debate? ¿Alguien se acordará de esos abuelos que se perdieron el vals de la nieta y de tantos otros bonaerenses que pueden haber pagado costos aún mayores? “Bienvenidos a la provincia… donde nadie garantiza el orden ni la seguridad”.

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