El trabajo del médico e investigador Abba Zubair, de la Clínica Mayo, combina sus dos pasiones: la medicina y el espacio exterior. Sus trabajos sirven tanto para beneficiar la salud de los astronautas como la de las personas que viven en la Tierra. Y sus investigaciones realizadas en el ámbito del espacio exterior están arrojando nuevos descubrimientos sobre cómo tratar el cáncer, los derrames cerebrales y la pérdida ósea asociada a la osteoporosis, entre otras.
Según Zubair, el espacio nos da un ambiente único para experimentar debido al entorno de la microgravedad. También suma el hecho de la ausencia de gases como el oxígeno y la presencia de una mayor radiación que en la Tierra.
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“Comenzamos a estudiar qué pasaba y cómo afectaban a las células madre del cuerpo desarrollarse en un ambiente de microgravedad. Y también cómo interactuaban estas en un entorno de mayor radiación, algo que también “juega” en la Tierra al momento de analizar el porqué del desarrollo de un cáncer. Para poder analizar estos temas en detalle, queríamos aprovechar el entorno de la Estación Espacial Internacional como un laboratorio. Y empezamos a trabajar en estas temáticas en el 2013”.
Zubair y su equipo ya han enviado tres proyectos de investigación diferentes al entorno de la Estación Espacial Internacional. Entre ellos, los expertos de la Clínica Mayo trabajan en el uso de ciertos tipos de células madre para concretar futuros tratamientos de los derrames cerebrales (ACVs). Esto sería parte del desarrollo de un área prometedora en el arte de curar: la medicina regenerativa.
—¿Qué permite realizar estos ensayos en un ambiente de microgravedad?
— Una de las ideas es ver cómo la ausencia de gravedad influye en la división celular y -sobre todo- en su tasa de reproducción. En otras palabras, pensábamos que las células cultivadas en el espacio crecen más rápido que las cultivadas en un laboratorio. Cuando hicimos los primeros experimentos en vuelos espaciales, realizamos un descubrimiento interesante: nos dimos cuenta de que la ausencia de gravedad afecta a las células madre, pero cómo lo hace ya depende del tipo de célula madre”. Pero sí, algunas crecen en forma diferente a lo que ocurre en la Tierra y otras lo hacen en forma más veloz que en la Tierra.
Lo mismo ocurre con las células tumorales: algunas se reproducen en forma más veloz que en la Tierra y otros tejidos cancerosos se “enlentecen” y se reproducen en forma más lenta. Ahí tenemos mucho por estudiar todavía.
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—¿Esas investigaciones podrían ayudar a una persona con cáncer?
—Sí. Porque estos experimentos nos permiten entender mejor el impacto de la radiación espacial sobre una célula. Y eso nos lleva a cómo podemos mitigar mejor el efecto de la radiación en la Tierra y así contribuir a prevenir el cáncer. Si bien en el mediano plazo podremos proteger mejor a los astronautas, especialmente durante un viaje espacial como, por ejemplo, a Marte, cuando los viajeros están fuera de la protección del campo magnético terrestre. Esto también nos ayudaría a tratar mejor a las personas expuestas a radiación aquí, en la Tierra, como, -por ejemplo- tras un accidente nuclear”.
—¿Podríamos en el futuro tener que viajar al espacio para recibir ciertos tratamientos médicos?
—Podría ser. Por ejemplo, algunas células madre proliferan más al estar en el espacio. Es posible también que las células cancerígenas se multipliquen de manera “anormal” cuando proliferan en un entorno de microgravedad. Entonces, los tratamientos de quimioterapia podrían volverse más efectivos si se aplican en el espacio en lugar de hacerlo como ahora, en la Tierra.
Por otra parte, la ausencia de gravedad puede inducir a las células características de una leucemia u otro tipo de células cancerígenas a variar su entorno y “entrar” en un ciclo que las haga más “susceptibles” a una quimioterapia. En otras palabras, si en lugar de administrar la quimioterapia en la Tierra, pudiéramos viajar al espacio, donde haya microgravedad, no sería imposible que los tumores se conviertan en más ‘vulnerables’ a las quimioterapias. Sería un motivo más para viajar al espacio. Definitivamente es algo que nos encantaría explorar en profundidad”.