En diálogo con Canal E, el economista Pablo Ferrari mencionó que, “mañana vence el armisticio arancelario que propuso de manera unilateral Donald Trump”, al analizar el contexto económico internacional.
Según explicó, el presidente estadounidense ya comenzó a enviar notificaciones a diversos países anticipando nuevos aranceles, una señal de debilidad económica: “Estamos ante una situación de cambio abrupto en el mundo donde la nación durante décadas dominante tiene que poner aranceles para que no ingresen productos más baratos”.
Para Ferrari, esta tendencia revela una verdad incómoda: “Estados Unidos es menos productivo que muchas otras naciones”. Además, cuestionó la estabilidad de la moneda norteamericana: “El dólar cayó como no caía hace cinco décadas, más o menos un 10% respecto a otras monedas”. Indicó que los bancos centrales están comprando oro y que se intensifican los pedidos para comerciar fuera del sistema dólar: “Lula da Silva ya pidió comerciar y financiar al espacio BRICS en una moneda distinta del dólar”.
El euro, destacó, también comienza a ganar terreno frente al dólar, aunque recordó que Europa “no tiene para tirar manteca al techo”, mostrando así un panorama global de incertidumbre monetaria.
Argentina sin reservas y atrapada en un “súper embudo”
Consultado sobre el tipo de cambio en la Argentina, Ferrari fue contundente: “Es un gran embudo. Acá se terminan utilizando dólares para todo, incluso para el pequeño ahorrista”. Esta situación se agrava con la posible eliminación del cepo para personas jurídicas, que generaría aún más presión: “Es hacer un súper embudo en una circunstancia donde el Banco Central no logra juntar reservas genuinas”.
Según el economista, el problema de fondo es que las reservas actuales se sostienen con deuda: “Lo que se ve en términos nominales de reservas tiene que ver, sobre todo, con endeudamiento”, advirtió. Y mientras tanto, el acceso al dólar sigue abierto en múltiples vías: “Todos tienen una vía para ir al dólar”.
Sobre el uso de divisas en el turismo, planteó una política más restrictiva: “El turista debería tener una penalización en cuanto a un incremento que sea mayor que lo oficial para tratar de no dilapidar divisas por asuntos estrictamente individuales”, argumentó. Y agregó: “Así no hay dólares que alcancen”.
También criticó la estrategia del gobierno de sostener un tipo de cambio artificialmente bajo como parte de una lógica electoral: “Este dólar barato, esas vacaciones baratas, es, de alguna manera, la propuesta electoral del gobierno”. Según su análisis, se busca evitar cualquier medida impopular antes de las elecciones: “No es que es una decisión por convicción, sino una decisión de decir: mantengamos esta situación para tener más votos”.
Advirtió, sin embargo, que el alivio es temporal: “Después de las elecciones, eso no va a ser así”. Ferrari cerró con una crítica irónica a la lógica de campaña: “Está mal el plan platita, está bien el plan valija”, refiriéndose a las facilidades de gastar en el exterior mientras la economía interna sigue asfixiada por la falta de divisas.