Las claves del juicio por el crimen del empresario descuartizado: 8 acusados, deudas millonarias y amenazas

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El homicidio del empresario Fernando Pérez Algaba es uno de los más impactantes de los que se tenga recuerdo en los últimos años: lo asesinaron de dos disparos en la espalda, lo descuartizaron y luego desecharon sus restos en el Arroyo del Rey de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora. El crimen ocurrió en 2023 y, a casi dos años, comienza este martes el juicio que dará comienzo al debate donde llegan acusadas ocho personas.

La primera audiencia del juicio por el brutal asesinato del empresario dedicado a la compra y venta de autos de alta gama se llevará a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 9 de Lomas de Zamora. Para la Justicia lo mataron debido a una deuda económica que tenían con él sus exsocios Maximiliano Ezequiel Pilepich y Nahuel Vargas, dos de los ocho imputados por “homicidio triplemente agravado por ser cometido con alevosía, por codicia y por ser cometido por el concurso premeditado de varias personas, ello con el uso de arma de fuego”.

Caso Pérez Algaba: confirmaron cuándo empieza el juicio por el crimen del trader que apareció descuartizado en una valija

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El fiscal Marcelo Domínguez, a cargo de la investigación del caso, planteó que Pilepich y Vargas, los dos principales acusados, fueron los que planificaron y ejecutaron el homicidio de Pérez Algaba, «Lechuga», tal era el apodo por el que lo conocía todo el mundo. Luego tuvieron la colaboración de los otros seis implicados, que cumplieron distintas roles con el fin de ocultar, trasladar y descartar el cadáver, el cual fue encontrado por partes en el mencionado arroyo dentro de una valija, una mochila y bolsas de consorcio.

Entre los otros sospechosos se encuentran Flavia Lorena Bomrad, Luis Alberto Contreras, Matías Ezequiel Gil, Horacio Mariano Córdoba y Fernando Gastón Martín Carrizo. También se juzgará a Blanca Gladys Cristaldo, quien está acusada de «emprendimiento agravado», mientras que Nicol Chamorro, la joven trans detenida en el inicio de la causa, ya fue sobreseída al comprobarse que no estaba vinculada.

Cinco de los ocho sospechosos serán juzgados por el TOC N° 9, integrado por los jueces Juan Manuel Rial, Victoria Ballvé y Andrea Nicoletti. Por el otro lado, Pilepich, Vargas y Gil expresaron su deseo de ser sometidos a un juicio por jurados, una de las cuestiones a definirse en esta audiencia preparatoria donde estarán presentes todas las partes, incluyendo a Rodolfo Pérez Algaba, hermano de la víctima.

Según se desprende de la investigación, existía “una relación de amores y odio, en la que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones, peleas y amenazas» que se efectuaban entre el trader y Pilepich. Luego de que se hallara el cuerpo, el 26 de julio de 2023, también se conoció que Pérez Algaba había sido denunciado por estafas y trascendieron audios y mensajes de diferentes personas que le exigían que le devolvieran dinero de distintas deuda, entre los que se encontraba Gustavo Iglesias, vinculado a la barra de Boca.

Quién era Fernando Pérez Algaba

Pérez Algaba, de 41 años, trabajaba en el sector del alquiler de vehículos y jet skis en Estados Unidos, según indicaba en su perfil. Vivía en Barcelona, España, pero al momento de su homicidio había regresado a Argentina para concretar un negocio inmobiliario con Pilepich por unos terrenos en el barrio cerrado «Renacer», en la localidad de General Rodríguez, donde se cree que habría sido asesinado a disparos.

El financista también había contado en una entrevista que a los 17 años se emancipó de su familia y se fue a vivir a Bariloche, donde vendía viajes de egresados. Se quedó algunos años, volvió a Buenos Aires, compró y revendió vehículos y tras desempeñarse como trader en Forex y Criptomonedas, indicó que quiso aprovechar la experiencia para fundar su propia compañía en Miami, Florida.

Le gustaba mostrar sus lujos y, en general, varias de sus publicaciones en redes sociales eran desde el país norteamericano. En su cuenta de Instagram, donde tenía más de 900 mil seguidores, publicaba sus viajes y los coches de alta gama que manejaba. Un dato que llama la atención de los investigadores es que la misma era pública y todos podían acceder a su contenido, particular para alguien que tenía deudas y recibía amenazas de muerte.

En su biografía en la plataforma virtual tenía tres frases que supuestamente lo definían: “Dime de qué alardeas y te diré de qué careces”; “La vida no te debe nada” y “Quien tiene tiene magia no necesita trucos”. En una de los posteos que hizo antes de morir, se cree que apuntó en contra de Pilepich, a quien acusó de ser alguien «que le gusta jugar al poli ladrón».

La compañía que decía haber fundado se llamaba Enjoy Rental Car, dedicada al alquiler de vehículos «exóticos». Otras firmas en las que figuraba tenían los registros contables en rojo y varios cheques rechazados.

El hallazgo del cuerpo

La desaparición del trader fue denunciada por la dueña del departamento que alquilaba el 19 de julio de 2023, un día después de la fecha en la que se cree que habría sido asesinado, al no tener noticias suyas y no recibir respuesta a sus mensajes. El cadáver, desmembrado, fue encontrado casi una semana después por un grupo de niños que estaban jugando en la zona del Arroyo del Rey.

Los menores dieron con una valija roja con las extremidades superiores e inferiores de Pérez Algaba, y días más tardes los investigadores hallaron su torso y su cabeza, ésta última en el interior de una mochila, en el mismo curso de agua.

La valija en la que se encontraron parte de los restos de Pérez Algaba.

Luego de certificarse que los restos pertenecían a él, la Policía detuvo a Chamorro, quien había sido la última persona que había tenido esa valija. Con el correr de la investigación, se descubrió que nunca estuvo relacionada al hecho.

En el momento de su desaparición, Pérez Algaba se movilizaba en una camioneta Land Rober Range Rover Evoque modelo 2012, que estaba a nombre de la empresa Antártida Compañía Argentina de Seguros S.A. Además de su celular, otros de los faltantes era su perro, un bulldog francés llamado Cooper, de quien no se separaba y que se lo encontró cuatro días después en la plaza Sudamericana, cerca del complejo de edificios de Villa Lugano 1 y 2.

La hipótesis del caso

Según la Fiscalía, el crimen se produjo entre las 6 de la tarde del martes 18 de julio de 2023 y las 3 de la madrugada del día siguiente en el predio del campo “Renacer”, ubicado sobre la ruta 6 y 7. Pérez Algaba llegó allí engañado luego que Flavia Bomrad, pareja de Pilepich, lo convenció de firmar un documento de reconocimiento de deuda en una escribanía, en el que se comprometían a saldar los 50 mil dólares en varios pagos y ceder 17 terrenos del barrio privado.

«En horario de la tarde, la víctima se había dirigido a cobrar una deuda que tenía con el imputado Maximiliano Pilepich, de la que iba a cobrar un primer pago, dirigiéndose al predio ‘Renacer’, movilizándose en un vehículo marca Range Rover Evoque color blanco, donde también se encontraría con Nahuel Vargas o bien habría viajado con el mismo desde el inicio del trayecto”, figura en el documento judicial. En ese sentido, el fiscal Domínguez sostiene que meses antes ya había sucedido un episodio violento, donde presuntamente el primero de los sospechosos había intentado dispararle.

El empresario necesitaba el dinero para viajar a España y Pilepich le había manifestado que lo tenía guardado en el interior de la única casa que se encontraba en ese lote. Según testigos y otras pruebas, le habría pedido que cambiara una lámpara y, en ese momento, le disparó al menos dos veces por la espalda con una Glock 9mm.

Maximiliano Pilepich, en el momento de su detención.

Más tarde, habría descuartizado el cuerpo con una sierra y la ayuda de Vargas y otros implicados. En el caso de Luis Contreras, se lo acusa de ayudar a trasladar el cuerpo de la víctima e intentar hacerlo desaparecer. Además, sería el dueño original de la valija roja. Gil y Carrizo, por su parte, también están acusados del presunto traslado y descarte de los restos en el arroyo.

En la causa además está involucrado Horacio Córdoba, expolicía de la Ciudad de Buenos Aires, que supuestamente habría colaborado en el asesinato y posterior ocultamiento de los miembros seccionados. También se estima que le habría prestado a Pilepich un teléfono celular del Ministerio de Seguridad porteño, para evitar que sea rastreado por la Justicia.

En este contexto, Blanca Cristaldo es acusada de «encubrimiento agravado» porque le habría dado refugio a quien se cree que es el principal autor del crimen durante su fuga.

Deudas millonarias

Luego de su fallecimiento, muchos de los mensajes de texto y de voz de las personas a las que el trader les debía dinero se difundieron en distintos medios de comunicación y las redes sociales. Uno de ellos era de Gustavo Iglesias y su hijo Nazareno, a quien -según se desprende de las conversaciones- el empresario le debía alrededor de 70.000 dólares.

«Yo no te voy a matar, te voy a hacer algo peor, te voy a sacar los ojos y cortar las manos para que no puedas contar más en tu vida plata, por juro por mis hijos que no tengo ningún problema por ir preso», fue una de las amenazas que trascendieron. También se supo, a partir de los audios, que Pérez Algaba al parecer tenía deudas con Vargas, que lo había denunciado por amenazas.

En otro de los mensajes, «Lechuga» le advierte a otro hombre: «No vas a disponer de mi vida» y agrega: «Si me seguís jodiendo te voy a mandar en ‘cana’«. En la misma grabación el empresario desafía a un tal «Junior», que sería Julio Michael Katzman -detenido por hechos ligados al narcotráfico-. a que lo mate si llegase a cruzarlo. Mientras, el supuesto barra de Boca también lo acusaba de «cobarde» por haberse ido «afuera» del país.

Además, entre otras irregularidades Pérez Algaba tenía doce cheques rechazados por un valor de 929.200 pesos, aunque esta deuda era de una de sus empresas: Motors Lettuce. Hasta mayo de 2020 la víctima también figuraba como presidente de la firma Cegepa SA, que luego cambió de nombre a Tonnelier SA. Según el Banco Nación, cuenta con siete cheques rechazados por un valor de 2.530.000 pesos.

FP/ff

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