Así es el nuevo mirador panorámico que el Gobierno porteño inauguró en el Obelisco

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“Existe el propósito de dotarlo de un ascensor interno que permita el acceso del pueblo a la cúspide del monumento”. Con estas palabras, el entonces intendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, aludía al Obelisco pocos días antes de inauguración, ocurrida el 23 de mayo de 1936.

Y tuvieron que pasar nada más –y nada menos– que 89 años para que aquel propósito se hiciera realidad.

A partir de hoy quedó formalmente inaugurado el Mirador Panorámico del Obelisco.

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El nuevo punto turístico de la Ciudad se encuentra ubicado a 67 metros de altura. Para llegar a su cima y disfrutar de las increíbles vistas que devuelve la Ciudad de Buenos Aires, los visitantes deben subirse a un ascensor de última generación, especialmente fabricado para la ocasión. De esta manera, ya no será necesario utilizar la histórica escalera “tipo marinera” de 206 escalones y de hierro forjado. En este sentido, la única escalera que se podrá utilizar es la que rodea al ascensor y que solo podrá usarse en casos de emergencias.

Con la apertura de este nuevo punto de referencia visual, que demandó nueve meses de trabajos, el monumento que mejor representa el espíritu de los porteños se convertirá en uno de los principales atractivos turísticos en el que las vistas, claro está, serán el principal atractivo de la experiencia. Más allá de lo que representa en sí mismo ingresar al interior de la emblemática postal que se erige en el cruce de las –no menos emblemáticas– avenidas Corrientes y 9 de Julio.

Si bien hoy quedó oficialmente habilitado, los porteños y turistas que quieran ingresar deberán esperar unos días más para poder hacerlo, ya que recién en el mes de mayo se habilitará el ingreso del público.

En esta oportunidad, será con motivo de la celebración de los 89 años de su creación, a manos del arquitecto Alberto Prebisch. De todos modos, y para que ello suceda, aún restan ultimar algunos detalles con respecto a la modalidad de ingreso, según adelantaron desde la Ciudad.

Mientras esto sucede, el Ente de Turismo porteño (Entur) se encuentra abocado al proceso licitatorio para la operación del mirador. La iniciativa incluye una propuesta museográfica que complementa esta nueva experiencia.

Según pudo averiguar este medio, el precio de oferta de la licitación es de $ 189 millones.

Una vez concesionado el servicio, desde la Ciudad estiman que podrían llegar a ingresar unas 120 personas por día.

“Este gran proyecto de ingeniería revalorizará uno de los símbolos porteños. El mirador será un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver la Ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundo”, afirmó el jefe de Gobierno, Jorge Macri.

En las entrañas del Obelisco. Para poder llegar al mirador, que se encuentra instalado a los 67,5 metros de altura, se construyó una estructura metálica y se instaló un moderno ascensor en el que podrán viajar cuatro personas por vez. Esta posibilidad permitirá que mucha más gente pueda conocer este mítico lugar de la Capital Federal, con el que miles de personas alguna vez fantasearon hacerlo.

Según se prevé, los visitantes ingresarán por la clásica “puertita” que se encuentra sobre la cara oeste del Obelisco, “la que mira hacia Corrientes y Cerrito”. Ya en sus entrañas, los turistas deberán subir ocho escalones para llegar a la plataforma sobre la cual se encuentra el ascensor que, tras unos breves segundos de recorrido, los dejará en el nivel 55, a pocos pasos del mirador.

Desde allí, los visitantes deberán subir una escalera caracol de otros 35 escalones para llegar al nivel 62. Una vez en el lugar, las ya clásicas y tradicionales “cuatro ventanitas del Obelisco” permitirán a los visitantes disfrutar de las espectaculares vistas panorámicas de la Ciudad.

Durante la recorrida del lugar, el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana porteño, Ignacio Baistrocchi, explicó a PERFIL: “Tuvimos que instalar la plataforma porque los anclajes del ascensor podrían afectar el sistema de las líneas B y D de subtes, que pasan por debajo del Obelisco. El ascensor se instaló sin afectar en absoluto al monumento. Dentro de las tareas más relevantes, acondicionamos instalaciones eléctricas y adaptamos el piso para fijar la escalera caracol y la estructura metálica del ascensor, mientras que el ascensor ingresó por partes y se armó adentro, ya que la puerta original es el único punto de ingreso y no podía ser modificada”, completó el funcionario porteño.

En este sentido, Biastrocchi explicó que cada pieza de la estructura se hizo teniendo en cuenta las medidas de la puerta de ingreso.

Por último, el titular de la cartera afirmó: “Fue una obra desafiante con mucha especificación técnica, y mucho de respetar. Esto es un Monumento Histórico Nacional y había que tener un cuidado patrimonial excesivo”, concluyó.

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