Un grupo de legisladores del peronismo no kirchnerista y partidos provinciales armó un nuevo interbloque en el Senado que busca plantear una «agenda federal», pero que en la práctica política funcionaría como un apoyo ocasional para el gobierno de Javier Milei aunque no lo eximirá de tener que buscar acuerdos para cada ley que se trate.
La nueva bancada lleva el nombre de «Las Provincias Unidas» y se oficializó el lunes mediante una nota enviada a la presidenta del Senado, Victoria Villarruel. Su titular será el correntino Carlos «Camau» Espínola y estará integrado por otros cinco senadores, según la comunicación a la que tuvo acceso iProfesional.
Junto al correntino estarán sus actuales compañeros del bloque Unidad Federal, el entrerriano Edgardo Kueider y la cordobesa Alejandra Vigo, a quienes se les sumarán el salteño e histórico del Senado Juan Carlos Romero, la chubutense Edith Terenzi y la neuquina Lucila Crexell.
De esa conformación se desprenden dos claves para entender el funcionamiento que tendrá el nuevo espacio. Una es que todos ellos tienen intereses netamente provinciales, aunque pocos responden de forma directa a los gobernadores, por lo que tienen autonomía. La otra es que una parte de ellos suelen moverse como aliados del oficialismo.
Nuevo bloque en el Senado: ¿jugará a favor de Javier Milei?
El Senado es el escenario más difícil para Javier Milei porque La Libertad Avanza cuenta con apenas seis de las 72 bancas que conforman el pleno, mientras que el kirchnerismo/peronismo tiene 33. Esta situación es la que obliga a Villarruel y a la Casa Rosada a tejer acuerdos permanentemente para tratar de manejar la agenda.
Aun así, las dificultades del oficialismo están a la vista: no logró impedir que la oposición sancione la ley de aumento para los jubilados que finalmente vetó el Presidente, ni tampoco la caída del DNU que amplió en $100.000 millones el presupuesto para la SIDE.
En principio, el nuevo bloque le permitiría al Gobierno tener al menos un panorama más ordenado de los apoyos con los que contará en cada debate. Por caso, tanto Espínola como Kueider tienen diálogo aceitado con la Casa Rosada.
Los dos provienen del PJ, pero enfrentan críticas que los alejaron de la vida interna del partido, especialmente Kueider. Según fuentes parlamentarias, el entrerriano tiene línea directa con Santiago Caputo. Prueba de ello fue que el influyente asesor de Milei lo promovió su nombre para encabezar la Comisión Bicameral de Inteligencia, que finalmente quedó en manos del radical Martín Lousteau.
Por su parte, Terenzi proviene del radicalismo, pero responde al gobernador Ignacio Torres, quien luego de un arranque conflictivo en su relación con Milei, finalmente pudo encarrilar la relación. El mandatario chubutense es, de hecho, uno de los que promueve hace meses la creación de un nuevo bloque en el Senado.
En tanto, la neuquina Crexell tiene un monobloque, pero se mueve en sintonía con el gobernador Rolando Figueroa y siempre con muy buena relación con el Gobierno. Hace poco estuvo en Casa Rosada para reunirse, junto a otros senadores, con el Presidente. Mientras tanto, el salteño Romero ha sido un aliado muy sólido del oficialismo en el Senado.
El riesgo de un apoyo parcial: las diferencias que mostraron los senadores frente al Gobierno
El perfil de ese grupo de senadores permite vislumbrar que el nuevo interbloque Provincias Unidas podría funcionar en muchas ocasiones como un aliado clave para Milei en el Senado. Si bien varios de los legisladores ya mostraban su acompañamiento al Gobierno, su agrupamiento en una misma bancada le da un carácter más formal a esa postura.
No obstante, el alineamiento tampoco será automático. Por ejemplo, la cordobesa Vigo -esposa del ex gobernador Juan Schiaretti- es mucho más independiente frente a la Casa Rosada y si bien nunca fue una opositora acérrima, hubo ocasiones en las que tomó distancia de las iniciativas del oficialismo.
Pero además, los miembros del nuevo interbloque tuvieron posturas distintas en votaciones recientes. Frente al DNU sobre la SIDE, por ejemplo, Espínola y Kueider votaron a favor -un guiño a Caputo- mientra que Romero y Crexell se ausentaron y Vigo, al igual que Terenzi, votaron por su derogación.
De esta forma, la creación del interbloque no le garantiza al oficialismo seis votos fijos para cualquier proyecto. El Gobierno tendrá que seguir negociando y buscando acuerdos en cada tema. No obstante, el nuevo agrupamiento de senadores le otorgaría a La Libertad Avanza un poco más de orden cada vez que deba encarar esa búsqueda.
El rol clave de Ignacio Torres: qué pasa con los otros gobernadores «independientes»
La creación del interbloque provincial es buscada desde hace varios meses por los gobernadores, con Torres a la cabeza. Si bien el chubutense pertenece al PRO, comparte con los referentes de partidos provinciales, como el rionegrino Alberto Weretilneck y el misionero Hugo Passalcqua, el interés por manejar sus votos en el Congreso con autonomía y en función de las negociaciones entre su provincia y el Gobierno nacional.
Es por ello que Torres hará en el Senado lo mismo que en Diputados: distribuirá a sus legisladores en distintos bloques. Mientras que Terenzi se integra a Provincias Unidas, Andrea Marcela Cristina -la otra senadora chubutense- se sumará al PRO, que ahora pasará a tener bancas.
Sin embargo, los otros gobernadores decidieron quedarse por ahora afuera de esa reorganización en el Senado. La rionegrina Mónica Silva mantendrá su monobloque y los misioneros seguirán en el Frente Renovador de la Concordia. La idea de Provincias Unidas, según deslizó una fuente del espacio, será igualmente articular con ellos.
En cualquier caso, el nuevo interbloque que se creó en el Senado le otorgaría al gobierno de Javier Milei, agrupa a varios de los legisladores con los que hasta ahora el oficialismo debía negociar por separado. Ahora podrá hacerlo de una forma más ordenada y con la posibilidad, además de tener un apoyo algo más sólido en una Cámara donde eso es lo que más le falta.