Se trata de la cordobesa Alicia Peresutti, imputada por la Justicia de Córdoba en un caso de emisión de facturas truchas y fraude al Estado
24/09/2024 – 08:51hs
El lunes de la semana pasada, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT). Esta fue la primera vez que el pontífice se reunió con una comitiva sindical argentina en carácter de visita oficial. A lo largo del encuentro, Francisco evitó realizar comentarios directos sobre la situación política del país. Sin embargo, Pablo Moyano, dirigente camionero y uno de los presentes, rompió el consenso acordado entre los sindicalistas y expresó su preocupación por las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei. «Estamos viviendo un momento muy particular. El ajuste del gobierno de Milei es salvaje», afirmó Moyano. La respuesta del Papa fue breve y esquiva: «Gracias, gracias», seguido de una invitación al diálogo sin más comentarios.
Durante la misma reunión, el papa Francisco compartió reflexiones sobre la importancia del trabajo en la formación de la ciudadanía, destacando que, desde joven, comprendió el valor del esfuerzo laboral. «La cultura del trabajo es muy importante. Hoy, vivimos una distorsión muy grande cuando se alienta a la vagancia», expresó en lo que varios interpretaron como una referencia indirecta a la crisis social y económica que atraviesa Argentina.
No obstante, la postura del Papa pareció cambiar drásticamente hacia el final de esa semana. El viernes, durante un encuentro con referentes de movimientos sociales organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en el Palacio San Calixto, Francisco se desvió del discurso oficial que tenía preparado y lanzó duras críticas contra algunas políticas del presidente Milei. En su intervención, defendió a su amigo y aliado Juan Grabois, líder de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y denunció la represión del gobierno contra los sectores más vulnerables.
Además de alentar las protestas callejeras cuando son por causas justas, Francisco mencionó un episodio que involucraba a un empresario y a funcionarios no identificados que habrían solicitado sobornos. Sus declaraciones tuvieron una fuerte repercusión en medios nacionales e internacionales, sobre todo por su defensa del accionar de Grabois en la toma de tierras en el campo de la familia Etchebere, ocurrida en 2020. Este episodio, que en su momento generó controversia, fue ahora revalorizado por las palabras del Papa, quien enmarcó las acciones de Grabois dentro de la legítima lucha por los derechos de los más desprotegidos.
«Una perseguida política»
Sin embargo, uno de los momentos más controvertidos de su discurso fue la defensa de Alicia Peresutti, una activista social y amiga personal del Papa, quien fue detenida por su presunta participación en una trama de corrupción. Peresutti, oriunda de Córdoba, ha sido acusada de delitos graves, como fraude a la administración pública y asociación ilícita, entre otros. Francisco se refirió a ella como una víctima de una persecución política y una denunciante de crímenes como la trata de personas y el narcotráfico. Según sus palabras, Peresutti habría sido encarcelada no por sus propios crímenes, sino por exponer a mafias vinculadas a estos delitos.
El caso judicial que involucra a Peresutti comenzó en 2023, cuando la Justicia de Villa María, Córdoba, inició una investigación sobre la asociación civil Mama Antula, de la cual ella formaba parte. Las acusaciones indican que Peresutti y otros imputados habrían falsificado documentación para desviar fondos públicos destinados a programas de asistencia social. Según los fiscales a cargo, la ONG presentó facturas falsas por montos significativos, lo que despertó las sospechas de corrupción. Durante un allanamiento, se encontraron pruebas que vincularían a la activista con maniobras fraudulentas, como la solicitud de facturas apócrifas a comerciantes locales para justificar gastos inexistentes.
A pesar de estas acusaciones, el Papa defendió a Peresutti, describiéndola como una víctima de un sistema corrupto. Francisco señaló que la activista había sido perseguida por denunciar casos de trata de personas y narcotráfico en su provincia. Sin embargo, la Justicia aún no ha encontrado evidencia que respalde completamente esta versión de los hechos.
La detención de Peresutti en septiembre de 2023 duró aproximadamente un mes, hasta que la Justicia consideró que no existía riesgo de que obstruyera la investigación y le otorgó la libertad. Durante su encarcelamiento, Peresutti publicó una carta abierta en la que se declaró «presa política» y denunció que la causa en su contra era un montaje con motivaciones políticas. No obstante, el expediente judicial que la involucra continúa avanzando, y las pruebas recopiladas sugieren su posible participación en las maniobras ilegales por las cuales fue imputada.
El discurso de Francisco en defensa de Peresutti generó un fuerte impacto en Córdoba, donde su figura ha sido controversial desde hace varios años. En el pasado, Peresutti ya había sido investigada por otras irregularidades durante su gestión como auditora de la Municipalidad de Villa María, aunque en esa ocasión no fue formalmente imputada.