La Argentina se encuentra a un triunfo de asegurarse la clasificación para los cuartos de final de la Copa Davis, que se disputará del 19 al 24 de noviembre en Málaga. En el AO Arena de Manchester, luego del éxito de Tomás Etcheverry (34°) frente a Eero Vasa (703°) por 7-6 (7-5) y 6-3, en la apertura de la serie ante Finlandia por la zona D de la fase de grupos de las Finales, Francisco Cerúndolo consiguió el segundo punto para el equipo nacional al derrotar a Otto Virtanen por 6-7 (4-7), 6-1 y 6-0, en 1h45m.
Si a continuación Andrés Molteni y Máximo González vencen a Harri Heliövaara y Virtanen, los capitaneados por Guillermo Coria se garantizarán un boleto para el Final 8 de Málaga sin tener que esperar el cierre del grupo, este domingo, con el match entre los locales y Canadá.
Cerúndolo y Virtanen construyeron un primer parcial súper equilibrado, que no tuvo quiebres y se definió en el tie-break. Al igual que Vasa durante una buena porción del duelo con Etcheverry, Virtanen (primera raqueta de Finlandia ante la ausencia de Emil Ruusuvuori, que no actuó en el US Open ni en la Copa Davis por dificultades físicas) exhibió un nivel más alto del que su ranking indica. Pero una vez que el porteño se acomodó en el match, ya no hubo equivalencias.
Después de haber perdido el primer set, Cerúndolo no se amedrentó, presionó al europeo desde su poderosa derecha y, en el segundo game, consiguió el primer quiebre del encuentro para adelantarse 2-0. El argentino pudo seguir desactivando el envión que traía el finés y sostuvo su servicio (3-0). El mayor de los hermanos Cerúndolo halló tranquilidad y más certezas. De hecho, terminó adueñándose del parcial por 6-1, con siete tiros ganadores (sólo dos de Virtanen), un 90% de puntos ganados con el primer servicio y un 82% con el segundo.
Cerúndolo, envalentonado, comenzó el tercer set rompiéndole el servicio a Virtanen. Y lo hizo nuevamente en el tercer juego (3-0). Con la confianza en un punto altísimo, Cerúndolo desarmó cualquier tipo de reacción del finés, que volvería a ceder su servicio. La Argentina, a un triunfo (en dobles) de lograr un objetivo que le resulta esquivo desde 2019.
Con el impulso anímico que ayer provocó la victoria (2-1) ante Gran Bretaña, la Argentina inició el desafío ante Finlandia con el triunfo de Etcheverry frente a Vasa (con sólo cinco partidos a nivel ATP) por 7-6 (7-5) y 6-3, en 1h51m.
Está históricamente comprobado: la Copa Davis es un certamen en el que se suelen producir más sorpresas que en el circuito ATP, ya que entran en juego otros aspectos emocionales. La tensión, muchas veces, equilibra y acerca la distancia que marca el ranking semanal. Ello se observó durante una buena porción del primer set, en la que Vasa (no tiene títulos individuales profesionales, ni siquiera en Futures, la tercera categoría) jugó suelto, con efectividad y agresividad (no le convenía ser pasivo). El europeo le rompió el saque a Etcheverry en el segundo game (2-0) y tuvo dos oportunidades para repetirlo en el cuarto juego, sin embargo el argentino pudo defenderse y a partir de allí empezó a crecer. Llegaron al séptimo game, con Vasa en ventaja por 4-2, y Tommy hizo valer su mayor jerarquía, crispó el puño, calibró mejor los tiros y le rompió el saque al rival por primera vez (3-4).
Etcheverry sacó con pelotas nuevas e igualó el score (4-4). Entrando en zona de definición, cada uno siguió sosteniendo su saque (Etcheverry lo hizo con mayor autoridad), arribaron al tie-break y, sin dejar de luchar, finalmente el set se lo adueñó el argentino, por 7-5 en el desempate.
Desanudar un primer set muy espinoso le permitió liberarse a Etcheverry. En el segundo set se observó mucho más la diferencia de categoría entre una raqueta y la otra. El platense de 25 años, que llegó a Manchester luego de una buena tarea en el US Open (cayó en la tercera ronda frente al alemán Alexander Zverev, flamante número 2 del tour), se plantó con mayor seguridad y marcó el tiempo del partido con el drive y el servicio.
Vasa, sin el talento de Ruusuvuori, fue disminuyendo el rendimiento poco a poco y, si bien incomodó al argentino en el último game (Tommy sacó 0-30), terminó cediendo ante un jugador como Etcheverry que sumó su tercera victoria en la competencia (la segunda de esta semana). Una victoria muy celebrada por los argentinos, al ritmo de “De música ligera”, de Soda Stereo, que sonó en los parlantes del AO Arena.
LA NACION