Aquellos que busquen armar una dieta sana para su rutina a menudo suelen incluir alimentos como las legumbres, la quinoa y la palta. Estos vegetales aportan diversos tipos de propiedades que ayudan al cuerpo de formas muy diferentes. Sin embargo, hay un nutriente que todos ellos comparten y que juega un rol crucial para el organismo humano; se trata del magnesio.
Este mineral es esencial para la salud, conocido por regular la contracción muscular y la transmisión nerviosa. Sin embargo, recientemente, se lo reconoce también por su impacto positivo en el control de peso y la reducción del cansancio, con un creciente respaldo investigativo. Sin embargo, no todos los tipos de magnesio tienen el mismo nivel de efectividad en estos beneficios. Por lo tanto, para optimizar su consumo y aprovechar sus efectos sobre el peso y la fatiga, es crucial identificar los tipos más eficaces.
Entre los distintos tipos de magnesio, el citrato de magnesio se destaca por su efectividad en la reducción del cansancio y en el control del peso. Su alta biodisponibilidad facilita que el cuerpo lo absorba más fácilmente, lo que permite una mejor regulación del metabolismo. Una investigación reciente indica que una función metabólica optimizada puede incrementar la quema de calorías y disminuir la grasa corporal. Además, la combinación del magnesio con ácido cítrico mejora su solubilidad y absorción en el tracto digestivo, reforzando su impacto en el equilibrio del peso.
Sobre la compleja relación entre el magnesio y la pérdida de peso, es clave considerar su papel en la regulación de la insulina. El mismo estudio muestra que el magnesio ayuda a mantener niveles estables de esta hormona crucial para el metabolismo de los carbohidratos y el control del azúcar en la sangre. Un manejo adecuado de la insulina puede evitar fluctuaciones bruscas de azúcar, lo que previene así la acumulación de grasa. Además, el magnesio contribuye a la síntesis de proteínas y al funcionamiento de enzimas involucradas en el metabolismo energético, lo cual es vital para un manejo efectivo del peso. Estos factores juntos demuestran cómo este mineral puede ser un aliado significativo en la lucha contra el sobrepeso.
El segundo tipo relevante es el glicinato de magnesio. De manera similar al primero, esta forma también es conocida por su alta absorción, un atributo que lo hace altamente efectivo. Gracias a esta cualidad, no solo ayuda a mantener niveles óptimos de magnesio en el cuerpo, sino que también tiene un efecto calmante en el sistema nervioso. Un artículo especializado asegura que este efecto nervioso puede ser particularmente beneficioso para reducir el cansancio, ya que un sistema nervioso equilibrado puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la fatiga.
La razón de por qué se genera esta disminución de cansancio se debe a que el magnesio juega un papel crucial en la producción de adenosín trifosfato (ATP), la principal fuente de energía para las células. Con un nivel adecuado de magnesio, el cuerpo se asegura entonces producir suficiente ATP, lo cual puede llevar a una mayor energía general. Además, como lo corrobora una ficha informativa científica, el magnesio ayuda a regular el equilibrio de electrolitos y a mantener la función muscular, y eso luego deviene en una reducción de la debilidad y el cansancio muscular.
Algunas recomendaciones para el consumo de magnesio
Como lo recomiendan algunos expertos, aquellos que deseen aprovechar al máximo los beneficios del magnesio pueden optar por consumir suplementos concentrados de la sustancia. Siempre y cuando se sigan las indicaciones de un médico de confianza, estas dosis pueden contribuir a una mejora considerable en los niveles de cansancio y la regulación del peso. De todos modos, no hay una regla que pueda aplicarse universalmente para saber la cantidad exacta de esa dosificación. La dosis diaria recomendada de magnesio varía según la edad y el sexo. Asimismo, si se tienen condiciones médicas preexistentes o se toman otros medicamentos, cualquier dosis debe ingerirse con especial cuidado y bajo supervisión de especialistas.
Por otro lado, una forma más accesible de aumentar los niveles de magnesio es incorporar alimentos ricos en este mineral. De estos alimentos, muchos son frecuentemente aconsejados por los gurús de la nutrición, como las nueces, las semillas, los cereales en forma de granos enteros y las verduras de hojas verdes. A menos de que sea en exceso, una dieta que consistentemente los incluya puede traer todos los beneficios propios del nutriente, en especial si se lo combina con una rutina de ejercicio y un estilo de vida sano para el cuerpo. Solo en algunos casos, los suplementos pueden ser necesarios para obtener la cantidad adecuada.
LA NACION