Rosana Lodovico fue ascendida a ese puesto por Javier Milei, pero el crédito es anterior, cuando ocupaba uno de los cargos más importantes del organismo
02/05/2024 – 21:25hs
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La directora de Aduanas Rosana Lodovico quedó en el foco de la Justicia luego de que se revelara que la funcionaria tomó un préstamo de u$s250.000 con una empresa denunciada por contrabando.
El crédito que tomó Lodovico junto a su ex marido fue acordado en 2022, cuando era la subdirectora General de Operaciones Aduaneras Metropolitanas, uno de los puestos más importantes del organismo. Con la llegada de Javier Milei, fue ascendida al cargo de directora.
La directora de Aduanas pidió un préstamo a una empresa acusada de contrabando
Según detalló la funcionaria en su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción, el préstamo lo tomó con la empresa Promarlon SA: su dueño, Claudio Gabriel Szlaien, se acogió a una moratoria dos meses antes del crédito para pagar las deudas aduaneras ocasionadas por el contrabando agravado en el que incurrió la empresa.
Para poder ingresar en ese régimen de pago, previamente tuvo que recibir el visto bueno de la Aduana. La causa la tramita el Tribunal oral Federal 5 de San Martín y también invlucra a miembros de la empresa y a otros funcionarios públicos del organismo.
La denuncia penal contra esta empresa fue radicada en 2017, por la misma Aduana. Entonces, el fiscal elevó a juicio a 25 personas, al considerar que formaron parte de una organización dedicada a actividades relacionadas con el contrabando de mercaderías: desde la obtención en Paraguay, contemplando el ocultamiento, transporte y distribución, hasta su comercialización en Argentina.
Según consta en la denuncia, esas maniobras contaban con connivencia de funcionarios públicos del «servicio aduanero». Según se detalla en el expediente, «Claudio Gabriel Szlaien, a quien se le atribuye, con la probabilidad de certeza exigida para esta etapa, el haber tomado parte en la organización criminal integrada por todas las personas mencionadas y con los alcances y funciones ut supra descriptas, siendo el encargado del manejo de los fondos producidos con el objeto de mantener vigente la estructura delictiva».
Rosana Lodovico, la actual directora de Aduanas, pidió un préstamo a una empresa acusada de contrabando
El fiscal argumentó, también, que la sociedad Promarlon (con quien tomó el préstamo Lodovico), se usaba para girar dinero a Paraguay y completar así «el círculo comercial de maniobras ilícitas».
El descargo de la directora de Aduanas
«Tengo un pasivo en mi declaración por un préstamo que tome con una empresa por u$s250.000 en octubre del año pasado. Este préstamo se pidió en conjunto con mi exmarido para la compra de una casa, una parte del valor total de u$s330.000, y el resto fue pagado con ahorros», señaló Lodovico al diario La Nación.
Y agregó: «La escribana me asesoró. El préstamo lo tomamos en conjunto. Desconozco lo que hace; cuando tomé el préstamo no tenía ningún impedimento la empresa. Mi contador chequeó la situación y se pidió un informe para ver la capacidad financiera. Podría haber sido cualquier otra empresa. El pasivo resta».
Lodovico trabaja desde hace 30 años en Aduana. Durante la gestión de Ricardo Echegaray compartió gestión con Guillermo Michel, su predecesor, y ocupó el lugar de jefa de Departamento de Administración Financiera. Después fue encargada de la Aduana de Ezeiza y luego quedó relegada durante el Gobierno de Mauricio Macri. Con la llegada de Michel a Aduana, quedó como segunda del organismo como subdirectora General de Operaciones Aduaneras Metropolitanas.
En tanto, el ex marido de Lodovico, con quie asegura haber tomado el préstamo, se llama Luis Antonio Bocassi, que fue hasta hace poco jefe de la sección de Encomiendas Postales Internacionales. Ambos compraron con ese dinero una casa en Canning para «recreo o veraneo», tal como declararon ante la Oficina Anticorrupción.
Ahora, la directora de Aduanas quedó envuelta en un escándalo del que todavía no se expresaron desde el Gobierno. Sobre todo, luego de que Javier Milei asegurara en una entrevista: «Si alguno de mis funcionarios incurriera en un acto de corrupción, le pego una patada en el culo».