Desde la pandemia de COVID-19, la sobrepoblación carcelaria afecta a miles de personas que son detenidas en la Ciudad de Buenos Aires y que no tienen cupo en los penales federales, adonde deberían ser trasladados.
«Heredamos una sobrepoblación de detenidos en las comisarías y alcaidías de la ciudad. Es un problema que comenzó en la pospandemia. En el 2020 había 60 detenidos y cuando asumimos en diciembre había 2.000, porque el Gobierno de Alberto Fernández complicó a la ciudad no llevándose a los detenidos. Y además hay una realidad de que detenemos a un 22% más de gente, porque tenemos una actitud proactiva, explicó el jefe de Gobierno porteño. Jorge Macri, durante la presentación de los nuevos módulos en el barrio de Villa Soldati.
De esos 2.000 detenidos, el 20 por ciento tiene condenas firmes y sigue en situaciones de detención precarias y transitorias. Las comisarías no tienen baño, ducha, sectores de esparcimiento, cocina o áreas de visita. En algunos casos hasta deben turnarse para dormir.
Mientras el traspaso de la Justicia penal de la órbita nacional a la porteña no parece ni cerca de avanzar, el 94 por ciento de los detenidos por la Policía de la Ciudad tienen causas en juzgados nacionales o federales.
El presupuesto para alojar y trasladar a esos presos depende del Servicio Penitenciario Federal (SPF), ahora bajo la órbita del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Si el SPF no les asigna cupos, la Ciudad no puede trasladar a los presos que ahora están abarrotados en comisarías y alcaidías que no están preparadas para alojar detenidos. En ese contexto, se aceleró el «cuello de botella» que deriva en condiciones precarias de detención y, también, en las 13 fugas de 2024.
Desde la pandemia de COVID-19, la sobrepoblación carcelaria afecta a miles de personas que son detenidas en la Ciudad
Contenedores para alojar presos: en qué lugares estarán
El jefe de Gobierno, Jorge Macri, dividió el plan en «decisiones físicas» y en «definiciones rápidas». Por un lado, la construcción de la Alcaidía Central en el sur de la Ciudad, a la vera del Riachuelo, sobre la calle 27 de Febrero, y la relicitación de la obra para terminar con la Unidad Penitenciaria en la cárcel de Marcos Paz.
Ambas, anunció Macri, estarían listas para diciembre de 2025. La alcaidía le permitiría a la Ciudad sumar 300 cupos. Y el penal de Marcos Paz, mudar la cárcel de Devoto.
En 2018, cuando Mauricio Macri todavía era presidente, la Ciudad firmó un convenio con el entonces Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
Los módulos de detención, con contenedores, que armará la Ciudad de Buenos Aires para liberar las cárceles de presos.Los módulos de detención, con contenedores, que armará la Ciudad de Buenos Aires para liberar las cárceles de presos.
De acuerdo a ese convenio, destinarían 65 millones de dólares para hacer una unidad penitenciaria en la Provincia de Buenos Aires y mudar a los 1.800 presos de Devoto. A cambio, lograrían sacar la cárcel de la Ciudad y apropiarse de las tierras para hacer, según había anunciado Horacio Rodríguez Larreta en ese momento, un negocio inmobiliario y un parque. Ante la consulta de este diario no dieron especificaciones sobre cuál sería el destino final de esas tierras de concretarse la mudanza.
Con la quita de un punto de la coparticipación a la Ciudad, ese proyecto se estancó. Nación realizó su parte y avanzó en un 70 por ciento de la obra. El resto correspondía a la Ciudad pero nunca lo ejecutó. Ahora deben renegociar la licitación para terminarlo. Prevén completarlo recién para fines de 2025.
Los módulos de detención, con contenedores, que armará la Ciudad de Buenos Aires para liberar las cárceles de presos
Gabino Tapia, ministro de Justicia de la Ciudad, anticipó que «Devoto tiene 1.800 presos y la nueva unidad 2.200 cupos». El convenio establece que la mudanza se realizará una vez concretada la obra pero buscarán ajustarlo para hacerlo en etapas y empezar antes con dos de los institutos que ya están a un 70 por ciento y que podrían ser los primeros en terminarse.
Además, intentarán que los 400 cupos que sobran «también sean para la Ciudad y ayuden a descomprimir».
Eso dependerá exclusivamente de la decisión de Nación que podría usarlos para lo que requiera el SPF.
Los nuevos módulos para alojar presos
Respecto de las decisiones urgentes, el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, y el secretario de Seguridad, Diego Kravetz, aseguraron que generarán nuevos cupos con «19 módulos de detención equipados y preparados para 300 detenidos en playones dentro de la Comisaría Comunal 12 de Saavedra, la Comisaría Comunal 15 de Chacarita, y la Comisaría Comunal 4D de Barracas».
«Las comisarías comunales ya tienen un límite, tienen cercos, tienen un muro. Estos módulos se instalan dentro de esos límites físicos, por lo cual son de absoluta seguridad», detalló Macri sobre las nuevas estructuras, y agregó que además habrá trabajos para «remodelar, modernizar, y fortalecer la seguridad en algunas comisarías».
Según anticipó Kravetz, esos «módulos» estarían listos en 90 días y «tendrían en algunos casos mejores condiciones que en las comisarías», donde no hay baños ni duchas dentro de las celdas, ni espacios de recreación o visitas.
Con eso buscarán sumar unos 300 cupos a los 1.000 que actualmente tiene la Ciudad.
Lo cierto es que estos módulos son contendores de chapa unidos en diferentes estructuras. Las celdas tienen camas cucheta (algo que está prohibido en los penales federales por disposición de la Justicia) y pequeños sectores de «esparcimiento». Los instalarán en playones o espacios al aire libre de las comisarías que poseen áreas disponibles y cercados con un doble alambrado.
Para los presos más complicados o los sectores más vulnerables para los detenidos, quieren usar tobilleras que les permitan recapturarlos en el caso de que consigan fugarse.
Tobilleras electrónicas y expulsiones
Otra de las iniciativas anunciadas por el Gobierno porteño es, por intermedio del Ministerio de Seguridad de la Nación, realizar presentaciones judiciales para solicitar expulsiones de presos extranjeros y poner a disposición el uso de tobilleras para delitos considerados menores.
«Eso puede demorar porque hay que ir causa por causa, caso por caso y es la Justicia la que debe definir», aclaró Macri. Aún no está claro cuál será el criterio para realizar estas presentaciones judiciales, pero empezarían, «por extranjeros y condenados».