RIO DE JANEIRO.- Las graves inundaciones que afectan al estado de Rio Grande do Sul, al sur del país y con frontera con Uruguay y la Argentina, dejaron hasta el momento 13 muertos y provocaron también un estado de alerta por la posible ruptura de una represa, en medio del “peor desastre” en la historia del estado, adonde viajó este jueves el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El gobierno local decretó en la noche del miércoles el “estado de calamidad pública” en el territorio afectado desde hace una semana por fuertes precipitaciones con granizo y vendavales, que provocaron inundaciones y deslizamientos.
El balance de muertes se incrementó en las últimas horas con el hallazgo de tres nuevas víctimas fatales desde una decena reportadas la víspera, informó Defensa Civil en un boletín. Un total de 21 personas continúan desaparecidas, detalló el organismo.
Mientras tanto, el Servicio Municipal Autónomo de Agua y Saneamiento (Samae) emitió una alerta durante la mañana de este jueves sobre el riesgo de rotura de la represa Dal Bó. Debido a la suba del nivel del agua en el embalse, la alerta exige la evacuación de los barrios más próximos.
Según información de las redes sociales de Samae, faltan entre 10 y 15 centímetros para que la presa se desborde.
Según el concesionario, ya se ha abierto una compuerta adjunta para ayudar a reducir el nivel del agua. El miércoles por la noche, la estructura estaba abierta al 75%, pero el jueves por la mañana fue necesario ampliarla al 100%.
La empresa también afirma mantener el control sobre el agua que se escapa por el aliviadero, pero si se alcanza la capacidad máxima de la presa, las casas y los barrios cercanos sufrirán posibles inundaciones. La región está siendo evacuada por los organismos de seguridad municipales.
“La compuerta se abrió al 100%. En cualquier momento las casas frente al aliviadero podrían sufrir inundaciones. Emitimos una señal de evacuación para la zona. (…) Personal de seguridad se encuentra en la región alertando a las familias y ayudando con la evacuación. Los ingenieros también están en la represa evaluando la posibilidad de que se rompa debido a las fuertes lluvias”, anunció Samae en las redes sociales.
Sin embargo, el equipo afirma que si los niveles de lluvia se mantienen tan intensos como en las últimas horas, alcanzando la capacidad total del embalse y de la compuerta, existe el riesgo de que el agua se desborde, escenario que podría provocar la ruptura de la estructura.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite , declaró el estado de calamidad pública debido a los más de 100 municipios afectados por la tormenta en el estado. El decreto fue publicado la noche del miércoles en el Boletín Oficial y tendrá una vigencia de 180 días.
La medida resalta la gravedad de los impactos de las lluvias, inundaciones, granizo, inundaciones, inundaciones y vendavales en el Estado, categorizándose como desastres de Nivel III, clasificados por daños y pérdidas sustanciales.
La situación en el estado es “crítica” y “solo se agrava”, describió el miércoles Leite, quien solicitó apoyos al Ejecutivo con aeronaves y tareas de rescate, ante lo que calificó como “el peor desastre de la historia” en tierra “gaúcha”.
Tras comunicarse con Leite el miércoles, el presidente Lula informó que este jueves visitaría las zonas afectadas para verificar “personalmente” los trabajos conjuntos.
Lula se encontró con Leite en la localidad de Santa María, uno de los municipios afectados por las intensas lluvias en la región central de Rio Grande do Sul.
“Perdimos todo, toda la comida, todo lo que teníamos dentro de la casa”, dijo al portal g1 Adriana Salete Gas, una vecina de la ciudad de Santa Cruz do Sul. “Nuestra casa tiene 2 metros de altura y aun así se inundó”, contó nerviosa.
Más de 5200 personas han sido desalojadas, precisó Defensa Civil.
En un video divulgado en redes sociales las últimas horas del miércoles, Leite pidió a los habitantes del valle del río Taquari evacuar sus viviendas ante el riesgo de subida del nivel de las aguas durante la madrugada.
De acuerdo con la previsión meteorológica, las fuertes lluvias que han causado estragos particularmente desde el lunes último continuarán hasta el viernes. Las condiciones climáticas hostiles dificultan las tareas de rescate.
El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) pronosticó vientos fuertes con ráfagas, descargas eléctricas, granizo y precipitaciones que podrían “superar los 200 mm” en Rio Grande do Sul y el sur del estado vecino de Santa Catarina.
El gobierno “gaúcho” también informó de daños en carreteras y cortes en el abastecimiento de energía eléctrica y agua para cientos de miles de clientes. Numerosos municipios están aislados, sin telefonía ni internet.
Las clases fueron suspendidas en el estado. Y la Federación Gaúcha de Fútbol suspendió todos los partidos previstos para el próximo fin de semana.
En septiembre pasado, al menos 31 personas murieron por el paso de un devastador ciclón en Rio Grande do Sul.
Expertos atribuyen los fenómenos extremos, cada vez más frecuentes en Brasil, en parte al cambio climático. Los científicos estiman que las temperaturas globales actuales son alrededor de 1,2º C más altas en general que a mediados del siglo XIX, lo que causa un aumento de fenómenos como inundaciones, sequías y olas de calor.
Agencia AFP y diario O Globo (GDA)
LA NACION